viernes, 26 de febrero de 2010

LA BALLENA ASESINA



¿Quién se puede resistir a un espectáculo de orcas 'amaestradas', capaces de dar saltos y saludar con las aletas? Nada que ver con lo que se aprecia en los documentales: feroces y violentas predadoras. Si uno las descubre en los estanques de cualquier acuarium olvida de inmediato la leyenda negra que las bautizó como 'ballenas asesinas', pero su instinto animal prevalece y en cualquier momento puede sobrevenir la tragedia. Así ocurrió el miércoles en el parque temático Sea World de Orlando (EE UU), cuando la enorme orca 'Tillikum' atacó con fatal desenlace a una de sus entrenadoras.
Las primeras explicaciones de los portavoces del parque apuntaban que la víctima, Dawn Brancheau, de 40 años, había resbalado dentro del estanque. Sin embargo, decenas de testigos aseguraron que fue el animal el que atacó a la entrenadora, una de las más experimentadas del lugar, mientras explicaba a los espectadores su siguiente actuación. «La ballena salió muy rápido del tanque y, dando un salto en el aire, la agarró por la cintura. Ella estaba de espaldas; comenzó a sacudirla de manera muy violenta», detalló Victoria Biniak, que lo vio desde la grada. Las sirenas comenzaron a sonar y todo el mundo fue obligado a evacuar el área de inmediato.
La Oficina del Alguacil corroboró los testimonios de los turistas. La preparadora, según el informe oficial, estaba «dentro del agua, que le llegaba hasta sus rodillas», cuando la ballena «la cogió por su larga cabellera y la empujó» hacia abajo. Compañeros y miembros del equipo de rescate llegaron de inmediato, pero no se metieron en la pileta para ayudar a Brancheau «debido a la naturaleza agresiva del animal», informó el portavoz de la comisaría del condado de Orange, Jim Solomons. La mujer murió ahogada y por los múltiples traumas sufridos.
'Tilli', como se le apoda al cetáceo de más de cinco toneladas, fue capturado en Islandia hace 26 años. Es la orca en cautividad más grande, y el macho con más prole -trece crías-. Probablemente también sea la ballena con peor historial. En 1991, una entrenadora se cayó al estanque de 'Tillikum'; ella y dos ballenas más comenzaron a 'jugar' con la mujer; la lanzaron por los aires y la hundieron en el agua una y otra vez, hasta ahogarla. En 1999 se le involucró en otro incidente, cuando apareció sobre su lomo el cadáver de un joven de 27 años que había visitado el parque la tarde anterior y presuntamente se coló al estanque por la noche.
Su futuro es ahora incierto, aunque responsables de las instalaciones aseguran que no será sacrificada ni devuelta al mar.

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